domingo, 5 de septiembre de 2010

Se fue agosto...

Se fue agosto con 421,6 kilómetros bajo mis pies. Llegó septiembre, con cumpleaños 28, y no hubo piedad.
Santa Rosa nos visitó y fue implacable, al igual que mi voluntad para salir a entrenar todos los días. Viento en contra, llovizna, tormenta y mucho frio. Zapatillas mojadas, ropa lavada que no se seca (bendito sea el recambio).

Para destacar de estos últimos días: 25x 400 mts, 40 x 200 m , 3 x 4.900 en plena tormenta, 28 y 30 km de fondo.

Los fondos largos de los sábados son mentales. Los primeros 6 km suelen ser dificiles hasta que el cuerpo entra en funcionamiento, a partir del 12-14 todo se pasa rápido, hasta pareciera que pongo el cerebro en stand by y la máquina va sola.

Este lunes será un entrenamiento movido, y después veré que tan cierta es la "descarga" para enfrentar la Media Maratón el domingo.

Mi cumpleaños pasó, cargué energía con mis ahijados y primos, pero el festejo será el día después del MARATÓN.

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