lunes, 22 de enero de 2018

[TRIATLÓN] 5 tips para perderle el miedo al agua

[TRIATLÓN] 5 tips para perderle el miedo al agua
Consejos para afrontar la prueba de natación en un triatlón.

“El triatlón se pierde nadando y se gana corriendo”, es un secreto a voces. Hay muchos triatletas que provienen del atletismo o ciclismo pero, en general, quien empieza con una base floja en el agua tienes que hacer un esfuerzo mayor para mejorar en el deporte.
El triatlón es una disciplina que hay que considerar en su totalidad ya que no se trata solamente de ser bueno en las tres disciplinas sino saber combinarlas.
La natación es la primera disciplina en las pruebas de triatlón y, si el atleta se hunde en la parte de natación prácticamente tiene perdida la carrera. Es muy difícil recuperarse  e incluso, si consigue mejorar en bicicleta, el esfuerzo realizado hasta ese punto le pasará factura en la fase final.
Correr y andar en bici todo el mundo sabe pero nadar bien es más difícil y se vuelve más complicado conforme uno se pone más grande.
La natación suele ser el momento más complicado de la competición ya que se desarrolla en un medio en el que no nos movemos habitualmente y es el primer obstáculo para la mayoría de los principiantes.
ENTRENAR BAJO TECHO Y EN AGUAS ABIERTAS
Esta combinación es totalmente recomendable. La mayoría de los triatlones se desarrollan en  aguas abiertas. La pileta es una alternativa perfecta para ahorrar tiempo, sobrellevar el clima y trabajar la técnica, pero no existe oleaje, la orientación es fácil y la sensación de seguridad es alta.  En la medida en la que el tiempo mejora es fundamental simular las condiciones en las que se va a desarrollar el triatlón.
NO DEJAR EL NEOPRENE PARA EL DÍA DE LA CARRERA
Al acercarse la fecha de la competición es importante que el deportista se adapte al traje. El neoprene influye en la flotabilidad, se suele llevar ajustado y la movilidad se puede ver afectada de no practicar antes. De no poder salir a testearlo en aguas abiertas, es bueno hacer la prueba en la pileta para comenzar a captar las sensaciones.
Para arrancar no hace falta gastar en el mejor traje: basta con un traje sencillo ya que lo más importante es entrenar la técnica y la resistencia aeróbica y anaeróbica en el nado.

ACOSTUMBRARSE A LA MULTITUD
La sensación de nadar entre muchos triatletas puede ser muy estresante y suficiente para desanimar a los recién iniciados. La salida suele ser tensa, hay muchas ganas de empezar y los golpes y patadas se repiten constantemente. Incluso se llegan a perder las antiparras.

APRENDER A IR “A RUEDA”
Igual que en el ciclismo, hay que aprovechar la estela de los otros triatletas. No solo se reduce la resistencia al agua, sino que también facilita la orientanción durante la prueba, ya que perder una boya supone una pérdida de tiempo y más esfuerzo.

ANALIZAR EL ESTADO DEL MAR

Ya sea en el mar, un río o alguna laguna, toca aprender a leer las corrientes y el oleaje. En aguas abiertas hay que saber respirar bien y si se traga agua es importante no estresarse y resolver el problema sin que afecte la performance.

lunes, 14 de abril de 2014

Maratón A Pampa Traviesa 2014: Crónica de un paracaidista.

Regresé a La Pampa luego de mi debut en Medio Maratón en el año 2005 y volví al punto que quedó pendiente hace dos años cuando me seleccionaron Super Runner  y estos 42K quedaron relegados. Cerró el círculo y comienza un nuevo ciclo.
Asi salió la crónica de mi séptimo maratón.




1. A fin del año pasado decidí unilateralmente que salvo ir a Londres, Boston o algo parecido no había chance de correr maratón en abril. No me cuidé en la alimentación ni nada (casi 3 kg arriba del peso de BA 2013).
2. Respeté la pretemporada al pie de la letra y sus ritmos, pensando en un marzo de pista y abril de 10 km. 3. Los planes del mister eran otros. Vas a correr a La Pampa. "No hay forma", respondía el pobre incauto. 4. Surge la posibilidad remota de ir 10 días antes pero sin confirmación. Sin tapper, sin nervios, total...
5. Me resfrío a 10 días de la carrera (y no me curo).
6. El jueves me confirman pasaje y estadía.
7. Viernes a la noche viajo cual paracaidista.
8. Llego sábado cerca de las 6am a Santa Rosa.
9. El frío lo esperaba, no asi las ráfagas de viento de más de 50 km/h.
10. En el hotel desisto de pedir un remis para ir a la largada la noche anterior.
11. Preparo la ropa y el abrigo y me duermo cual ángel (22:30 hs).
12. 5:30 am arriba. Agua caliente en lobby (desayunan tarde) y cruzo corredor. Arreglo para ir a la largada con él y su amigo.
13. Té y pan en la cama.
14. Maratón de Londres en la TV.
15. No logro ir al baño...
16. Busco al corredor en la recepción y no están (me dejaron de garpe).
17. Pasan minutos, son 7:14 y yo en bolas.
18. Colegas periodistas van a la largada. Invitan llevarme (si hay lugar)
19. Llega auto, hay espacio. Viajo con ellos.
20. Estacionan en la plaza principal. Y cómo hago para sacarme la ropa? Por micrófono anuncian tres grados bajo cero de sensación térmica.
21. Vaselina en la panza, Tech fit, musculosa, guantes, gorra, short, lentes y medias de compresión. Cinturón con 5 geles  (por las dudas) y banda (salvadora) en la nariz. El calzado elegido esta vez son las adidas adizero Boost (me convencí por el argumento que el material Boost no modifica sus propiedades a pesar de la temperatura).
22. Tomo G1. Ganas de baño. Voy.
23. Vuelvo a dejar la ropa. Ganas de baño 2. Voy BIEN...una preocupación menos.
24. Faltan pocos minutos. prendo GPS (1era vez en maratón).
25. Linea de largada. GPS search. Largamos.
26. A los 350 metros engancho señal (aficionado).
27. Acomodo ritmo. Piloto automático.
28. Grupos nutridos en la laguna y yo siempre descolgado (como no puede ser de otra manera).
29. Pelotón de media. No me sirve.
30. Me refugio como puedo. Los parciales varían según el viento.
31. Hasta allá lejos hay que ir? (amplios y laaaaargos boulevares)
32. Cuadriceps alerta amarillo x frío (extraño mis calzas).
33. Paso media, confirmo tiempo. 1:30:2X Excelente, según lo planeado. "Ahora empieza lo lindo".
34. Que pocos somos. 1 muchacho. 1 chica en la laguna y no más. Ganas de baño...aguanto.
35. El "Bambino" dijo una vez que el viento nació en el Bajo Flores. Lo importaron de La Pampa, parece.
36. Salgo laguna, parciales "lentos", remonto con viento a favor.
37. Me caigo en el ritmo de a poco. El costo sube. (4.4.1.1.)
38. Ya empiezo a pensar en cuidar y llegar en un tiempo digno.
39. Los geles me mantienen con vida (sigo con el plan de no beber isotónico).
40. Ya no miro el reloj. Solo para revisar la distancia. (¿21K en dos semanas?¿Zapas amarillas con medias azules o azules con medias violetas?)
41. "Que lejos queda la bandera". Y todavía resta el retome, decir que es en bajada (con viento en contra).
 42. 3:06:43
.195: Conclusiones: Completé mi FULL argento (Bs.As., Rosario, Santa Rosa).
 Es el primer maratón al cual llego sin motivación/preparación a conciencia (cosa que se notó en la falta de lucha). Eso si, si no iba me hubiera quedado toda la vida con la duda. 10K hay todos los fines de semana.
 Feliz de llegar sano y lograr otra meta.
 No me sientan bien los maratones de otoño (Lima, Santiago, La Pampa), igual seguiré probando.
 Me da satisfacción que una mala mañana sea 3:06.
El Mister (no) SIEMPRE tiene la razón.



 Amo esta distancia.

jueves, 18 de octubre de 2012

42K de Buenos Aires: Cierre de MICIUDAD 2012


¿Cómo describir la carrera –casi- perfecta?  A continuación haré el intento.


No recuerdo hace cuánto no estaba tan tranquilo antes de una competencia.
Tras la experiencia de competir en 3 ciudades extranjeras, en carreras tan importantes creo que forjé un temple que antes no tenía ¿Estaré madurando como fondista?
La Media Maratón de Buenos Aires me confirmó el buen momento atlético que en los resultados no venía encontrando, pero si en los entrenamientos. Me sentí cómodo, corriendo a ritmo, disfrutando el recorrido y con el plus de sentirme en casa.
Luego de los 21K nos pusimos en marcha con todo el equipo para programar “Compite por tu Ciudad” Buenos Aires. Mi espíritu de productor me obligaba a aportar todo lo que estaba a mi alcance para que el cierre sea la mejor experiencia de las cuatro.
Con la gente de adidas Argentina y 5 Yardas, armamos una agenda en la que nada faltaba. Y asi fue. Quería ser el mejor anfitrión posible.
Desde el jueves pasamos en el Hotel Madero la concentración pre 42K. Will Vargas de Colombia y Tadeu Cruz de Brasil, junto al equipo de adidas compartimos almuerzo, entreno y cena en un ambiente de puro relax, chistes y camaradería.



El viernes amanecimos temprano para salir a entrenar, disfrutar el desayuno y prepararnos para visitar la Expo Maratón. Antes del almuerzo llegó Luis Gutierrez de Perú y los Super Runners estaban por cuarta vez reunidos. Entre fotos y entrevistas pasamos la tarde en la Expo. Durante ese  rato decidí correr con las adizero Adios 2. La molestia en el talón derecho no va a desaparecer, asi que…
Ducha, descanso y a cenar. Caminata, charla y ravioles de salmón (¿puedo comer eso antes de la carrera?)
El sábado madrugamos, desayunamos y encaramos el recorrido de los 42K. Paramos en el Planetario, Obelisco, Plaza de Mayo y Caminito. Ahí si me sentí realmente un turista en mi propia ciudad. Si la vida de hotel y restaurantes de moda no era necesario, sacarme fotos con el Obelisco en la Avenida 9 de Julio fue el colmo!



Antes de volver al hotel, la van se detuvo frente a un puesto de choripán, pero ninguno de los Super Runners se arriesgó (sabia decisión).
Almuerzo tranquilo, ya con Martha, la novia mexicana de Tadeu. Llegó la hora de la siesta.
A la tarde mis padres y mis abuelos pasaron a buscarme para ir a misa, una tradición que por los viajes no pude cumplir a lo largo de las otras carreras. Tras la despedida, a los pocos minutos tocó la cena: OTRA VEZ FIDEOS!

El chiste era: “Aprovechemos a bromear ahora con Juan Pablo que mañana se transforma y ya ni habla”. Chiste va, chiste viene. Bed time. 23:15 apago la TV, cierro los ojos y me duermo.
Pasé la noche tranquilo. Hasta llegué a preguntarme si  no debería estar nervioso, o visualizando el recorrido. Nada de eso pasó.
Amanecí 4:55. Me gusta tener tiempo suficiente. Cinta en los pies, vaselina, medias y a desayunar.
 Té de guaraná (al fin rompí la abstinencia a la cafeína), tostadas y miel. Simple.
A esperar la van en el lobby. Ahí si me cayó la ficha. Ansiedad, quiero largar!, pero sin dolores, ni el talón ni la rodilla. Todo en orden.
En pleno viaje ya no aguantaba más. Cuánto falta para las 7:30? Will me saca una foto en la que mi cara le da la razón del chiste en la cena.
Llegamos a la zona de largada, dejo la mochila con el profe Pablo y salgo a buscar un baño.
Algo de movilidad, técnica y trote suave. Me tomo el G1, con el que vine entrenando.
Fuera el abrigo, llegó la hora. Llovizna, hay humedad y viento.
Gorra y lentes adidas (Evil Eye Halfrim) . Musculosa y pantalones adizero, medias de compresión y adizero Adios 2 en los pies. Cinturón adidas reflectante con bolsillo EXO. 3 Gu Roctane, 1 Gu de vainilla, papel higiénico en bolsita plástica. Dilatador nasal y kilos de vaselina.
Pasamos al corral de Elite, me saludo con todos los conocidos y amigos. Estoy tranquilo, me siento local, confiado (3600 km en el año me lo confirman). El clima no puedo manejarlo pero la mente si.

Hoy será un gran día. Buenos deseos y largamos. Primeros metros y ya siento los gritos de aliento.
Desde el arranque compartí carrera con Chipi Gonzalez, un atleta marplatrense. Fue padre hace 2 meses. asi que no pudo completar su plan de entrenamiento y antes de no competir decidió correr conmigo. Cerca del km 2 Legui y Gastón pasan con Migue, su liebre de lujo. El ritmo hasta los 21K sería parecido asi que más gente se suma a la fiesta. Durante los primeros km cuidamos no acelerar. En el recorrido, amigos nos alientan y sacan fotos. Dos motos de la organización se acercan recurrentemente a tomar imágenes.  Los chicos me dicen: “te vas a tomar todo el humo” y se corren a un lado. Yo sigo en la misma, pendiente del ritmo más que del tiempo.
Llegamos a la Recoleta  y encaramos la primer subida, que es un falso llano. Pasamos por el Hotel Alvear, y compensamos con una bajada picante.
Tras pasar por  Retiro, llegamos a la calle Tucumán y giramos a la derecha, la subida más larga y pesada. Km 10. Primer gel. 
A las pocas cuadras pasamos por la Avenida 9 de Julio, a la altura del Teatro Colón,  con el Obelisco a la derecha doblamos por Corrientes para encarar una leve bajada.
Al poco tiempo entramos a la Plaza de Mayo. Pasamos por el Cabildo, diagonal en búsqueda del único giro en U. Retome a la plaza, Catedral y de frente a la Casa Rosada. Unos metros de empedrado hicieron que tengamos cuidado en la  bajada a Paseo Colón. Ahí si que sentimos el viento en contra y la mejor opción era salir a buscar gente para evitarlo de frente.



A la altura del km 15 llego al Parque Lezama (donde suelo hacer cuestas en pre temporada), ahí me invade la emoción ya que 10 familiares me esperan con cornetas, porras y carteles.
Ese tramo pasó tan rápido que nos depositó en La Boca. El pack era grande, con mucha confianza, pero todavía es muy pronto para hacer algo.  La Bombonera a la derecha, total concentración. Llegamos a Caminito y Chipi me dice: “se acabó el viento en contra”.



Correr junto al Riachuelo,  Dársena Sur, y Puerto Madero. Se suma Leo a tirar con el pack. Media Maratón. Al rato me acuerdo que no tomé el segundo gel. Lo bajo sin agua en el km 23. Asi de cómodo iba. Costanera Sur, zona archi conocida, miles de kilómetros hechos por esa parte de la ruta. Mantener parciales.
Giro y último tramo de viento en contra. Otra vez a Puerto Madero. No pienso en nada, solo en correr.  El piso de húmedo se empieza a sentir mojado.



Km 28 se suma al tándem David. Obsesivo, divertido y meticuloso. Marca el paso.
Km 30, Retiro, otra vez mi familia. Al igual que en 2010 paso con una sonrisa en el rostro. Me emociono casi hasta las lágrimas. Fede se acopla. El pack es grande, estamos en pace. Yo marco parciales pero no les presto atención. El plan viene saliendo.
La zona del puerto es desoladora, los kilómetros pesan y yo sigo con las mismas ganas del principio. Superé el muro!  Lima quedó atrás.
KM 33, la canción del Mundial Italia 90 me toca la fibra más onda. Con el río a la derecha y la nada de frente un grupo de voluntarios corre junto a los maratonistas a grito pelado. Aliento 100% en inflador anímico para cualquiera.



Avenida Sarmiento, puente bajo nivel, lo conozco de la media, cabeza y braceo. Superado. Cartel del km 35, tomo agua y allá esta mi familia, OTRA VEZ. Luca, mi primo de 10 años, corre a la par mio. Mi hermana se engancha unos metros después. No puedo creer verlos ahí también.  Eso si, ese envión no puede distraerme del objetivo. Chipi se queda, Leo se despide. Entro con David y Fede a la zona de los lagos. “Ahí tenés el óvalo. Cuantas vueltas diste para llegar a este momento”. Me dan ganas de otro gel. Lo bajo sin agua, no importa. No miro el reloj. Los chicos tiran como locos, me gritan me putean, los sigo con todo lo que queda. Esa vuelta es mortal, ya que te acercas a la llegada pero das la vuelta al lago alejándote de la meta. “Mirá Juan, aquel de amarillo va para bajar las 3 horas”. A esa altura ya no me importaba el tiempo, sabía que estaba corriendo EL maratón de mi vida. Me molesta el viento en ese tramo. Km 39, sigo pasando gente, corredores a los que en mi vida pensé que podía quebrar. No veo la hora de llegar. Al fin giramos para retomar la recta que conduce a la gloria.



Km 40: Ya no pienso, ya no veo, ya no me interesan los parciales. Se que estoy corriendo a fondo.
Duele, como duele, pero cómo se disfruta. Km 41, DALE. 195 metros y otra vez mis viejos, mis primos, mi ahijado de 2 años y medio, mi hermana. Un oasis? No se! Pero allá están. “Corre Pampi Corre”. Me invade una emoción enorme (la misma que ahora mientras lo escribo y se me caen las lágrimas). Levantar las piernas, ampliar el braceo, respirar y darle para adelante. La gente alienta de los dos lados del recorrido. Dos minutos, el primer arco a la vista, leve bajada, a poner todo. No tengo fuerza ni de emocionarme, un perro se pone a tirar conmigo. Paso gente en esa recta. Falta menos. Las gradas, el arco con el reloj, 3.00.XX no importa. Levanto los brazos. No llego a parar el reloj. Tadeu me espera para saludarme. Lo abrazo y me desplomo. Fede y David vienen a felicitarme, me rindo en agradecimientos hacia ellos. Me sostienen porque me caigo. Me invade la emoción y el cansancio total de los 42Km. Busco aire, no lo encuentro. Me acercan una silla de ruedas y me siento. No me da vergüenza. Recupero el aliento. Me paro, recibo otro abrazo inesperado. Will viene a saludarme, me uno en el sentimiento con mi hermano colombiano. Los fotógrafos amigos me piden volver a la silla, lo hago para que quede el recuerdo que recorre las redes sociales. Me rio de mi mismo. Damián, colega y compañero de fondos gentiles me felicita. Chipi llega y nos emocionamos juntos.



Sólo el maratón genera sensaciones tan fuertes e intensas.
Me cambio la ropa mojada, me tomo el G3, empiezo con los aminoácidos, agua, Gatorade, elongación. Saludos, felicitaciones y agradecimientos.
Un amigo me dijo: “yo no quiero que hagas un tiempo, pero si que llegués muerto, con ganas de vomitar, desmayado o como sea, dejá todo!”. Y se lo pude cumplir.



El post fue un disfrute. Comidas y charlas con amigos que se convirtieron en familia.

¿Qué más le puedo pedir a la vida? Y… Bajar las 3 horas. Ya se dará.





Quiero agradecer a todos y todas que hicieron de este año algo maravilloso: adidas Latam, adidas Argentina, adidas Colombia, CORIS, 5 Yardas, EXO, Daniel Simbrón, Dani Lopez, Familia, Amigos, Compañeros, Tadeu, Will, Good Will Runners y a Dios por darme salud, fortaleza y la prudencia para encarar este 2012.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

A 10 días del Maratón Internacional de Buenos Aires

Hay caras, gestos y emociones que quiero volver a vivir y otros que no (Uds. podrán distinguirlas en las fotos -lo que luce parecido no es igual-).



Pasó la Media Maratón de Río de Janeiro, digerí ese mal trago (las excusas no se televisan).

Pasé mis 30 años rodeado de gente querida y dándome el gusto de hacer los "30K de los 30" en el Óvalo.

Pasaron los 21K de Buenos Aires, como preparativo de lo que será el GRAN OBJETIVO DEL AÑO. Grandes sensaciones y la cabeza super centrada. Disfrutando a más no poder la carrera y manejando los ritmos a placer, en pleno entreno me quedé en la puerta de un PB.


Siguieron los fondos largos (ahora los 30K son cosa de todos los sábados).

Un test de 7-6-5 progresivo dio la confirmación de que estoy por el buen camino.

Ya superé el kilometraje total de 2011 a falta de 100 días para terminar el año.

Hoy a la tarde voy a romper la barrera de los 3500 km x primera vez.



El plan ya está en marcha (olvídense que se los cuente ahora). Las zapatillas serán las adidas adizero.... (jajaja- esperaban que se los diga?).

En una semana llega Will, Tadeu y el resto de adidas para cerrar el circuito "Compite por tu ciudad".

No veo la hora de estar todos reunidos otra vez y vivir la última gran experiencia del año, con el aliento incondicional de MI GENTE en MI CIUDAD.

--Gracias: adidas, CORIS, Daniel Simbrón, 5 Yardas, EXO, Familia, Amigos, Compañeros y a Dios--


martes, 14 de agosto de 2012

Meia Maratona Internacional do Río: A 5 días


Buenos Aires, cada día más nostálgica me despide a plena lluvia.
Desde que volví de Bogotá solo pude ver el sol dos días. Agradecido de emprender viaje rumbo a Río de Janeiro para una nueva Media Maratón dentro de COMPITE X TU CIUDAD.
La mínima en la ciudad que recibirá a los Juegos Olímpicos en tan solo 4 años es igual a la  máxima (con viento a favor de BA).


Estas 3 semanas de entrenamiento fueron especiales. Descarga activa, CARGA y + CARGA. Me asombra realizar entrenos que antes hacía para correr 3 o 5 mil metros en la pista en un costo medio.
El calzado elegido para esta prueba son las adidas adizero Feather 2. Tan solo dos entrenos me hicieron falta para romper con la idea de las Feather 1. Estas son igual de “impulsoras” pero con más estructura (en  el mid-foot y en la suela). Eso si, el Sprintweb es el arma secreta para ir siempre un poco más alla. Los 190 gramos y el sprintweb de la capellada hacen el resto. 
Veremos que nos tiene preparado adidas en cuanto a indumentaria.



Espero con ellas ir por todo y si las condiciones climáticas lo permiten traerme un Personal Best.

Lo que no te mata te fortalece. Caida en el Óvalo el sábado con lluvia y barro durante los 28K con Max Pacheco (mi atleta favorito para Octubre 42K). Aprender a levantarse y ser más fuerte than ever.

Si todo sale según los planes el domingo en los 21K celebro los 3 mil kilómetros corridos en el año.

///Gracias adidas y CORIS por la confianza de siempre///

miércoles, 1 de agosto de 2012

Medio Maratón de Bogotá: Primer experiencia a 2600 msnm.




El domingo 29 de julio amaneció nublado, como no podía ser de otra forma. Frío y amenaza de lluvia era el pronóstico para la jornada.

Ya llevo 15 días en Bogotá intentando adaptarme al cuco de los 2.600 msnm. Una semana en el Mundo de “COMPITE POR TU CIUDAD”.  adidas me seleccionó como el Super Runner que representa a Buenos Aires para lograr que sea la ciudad más rápida de Latinoamérica.
Tras un desayuno de los aburridos, té con tostada y miel, terminé de ajustar los detalles y salimos para la zona de largada.

Al llegar al Parque Simón Bolivar, de donde larga la competencia, atravesamos un control e ingresamos a la zona de atletas de elite. Keniatas, etíopes, eritreos, marroquíes, eran la nota de esa previa larga, ya que arribamos 90 minutos antes del comienzo de los 21K.


Ida al baño, charla, fotos, movilidad articular, otra vez al baño. El kenyata Peter Kirui, a quién tuve el placer de conocer el viernes, compartir una charla y trotar unos metros me saluda. Me cuenta que no está del todo bien para la carrera. Su gesto era serio, pero gentil a la vez. Tadeu sigue con los chistes, Will está sumamente concentrado. Los tres aspiramos a verlo en la cima del podio interno de los Super Runners.
Entre chistes y sorbos de Gatorade llega la hora de empezar a moverse. Un trote ligero y a estar atento para ingresar a la manga de partida. Primero los elite, luego nosotros en un corral por detrás. En control es enorme. La carrera ya está por comenzar. Troto, realizo una estiradas, me emociono (no hay que aflojarse antes de empezar, detalle a mejorar), se me aparecen todas las personas que desde su lugar estuvieron pendientes de mi, alentándome y enviándome la mejor energía a lo largo de estas dos semanas de adaptación a la altura.
Realizo las últimas estiradas, me acerco a la largada. Cuadramos con Tadeu que cada uno haga su carrera. Mi estrategia estaba bien clara. Solo necesitaba saber si la podría cumplir durante la competencia.
Larga la elite femenina. En ese momento un mar de gente empieza a acercarse al vallado que tenemos por detrás. Miles de atletas populares a la espera de la hora señalada.
Largan los hombres y aunque había que esperar a que los demás corredores pisen la línea de largada un atleta, de forma insólita, realiza una salida en falso. DE NO CREER. Detrás de él, algunos salen y ya no había lugar a rectificaciones. Corrimos casi 100 metros hasta el punto de largada sin necesidad. Aprieto  el Split y 21097 metros me esperan.


Los primeros metros son acelerados, pero sin empujones y tropiezos. Mucha gente comienza a pasarme, era de esperarse. El brasilero está delante mio, todavía no hay apuro.
El primer KM no lo veo, el segundo lo paso en 8:04, rápido para el plan de carrera.
La gente está en las calles, alentando a propios y extraños. Los restaurantes ponen música fuerte. Hay pasacalles con “porras”. Km 3 en 4:21, superado el primer puente. Puesto de hidratación. Agarro agua, que vienen en bolsas, buche y a la cabeza.
A pesar de estar destemplado siento calor. Seguimos subiendo. Tadeu se me aleja. Yo tranquilo. Las sensaciones no son las mejores, me lo esperaba. Iba pero sin apretar, cuadrado al plan.
Las subidas son una constante en los primeros 7 km de la carrera. En una subida fuerte, ya medio arto de eso, escucho a un corredor que me alienta: “Vamos Argentina, después de esta subida hay un par de curvas más. Después en la 7ma empieza a  ser recto”. El detalle de todo esto es que teníamos el Cementerio a la derecha y él llevaba la misma remera con la que dormí toda esa semana. Una señal. Agradezco el  consejo, me tiro en un repecho ya con el pacer de 1:30. La liebre venía un poco rápido, con un globo que me golpeó un par de veces y un grupete que disertaba si los parciales eran rápidos.
Rumbo a la avenida, en un giro a la derecha, el 90 % del pelotón fue por arriba de la vereda (por lo visto no solo para en Lanús).
A los 28 minutos de carrera se largó a llover. Agua fina que caía del cielo. Yo feliz, ya que me venía tirando líquido desde el km 3. El panorama se notaba más plano, andaba por territorio conocido (por esa zona hice junto a los Good Will Runners un fondo suave el domingo anterior).
Tadeu Cruz hacía rato que estaba fuera de mi radar. Las sensaciones mejoraban pero lejos estaban de ser óptimas. A esa altura el público pasó a ser un factor fundamental. Banderas colombianas, “ánimos”, y el recurrente “apuren que el kenyata ya está por llegar”. FALSO (tuve hasta el tiempo para calcular por qué KM iría la punta).
Mientras me tiraba agua en la cabeza y  disfrutaba de la llovizna un runner con “chuchos” de frío se quejaba en vos alta (cada loco con su tema).


Entre tanta cosa, pensamiento y sensaciones raras, apareció Tomás, uno de los fotógrafos de Trois, la empresa contratada por adidas para seguirnos durante toda la semana. La cámara obliga a mantener el paso (nadie quiere salir mal en las fotos) y con dos frases supo ponerme en foco. De pensar que ese podía ser mi primer fondo a ritmo rumbo a los 42K de Buenos Aires en octubre, volví a la carrera.
Kilómetro 10: alfombra de control a mitad del recorrido, cartel de hidratación. Me apuro en tomar el gel, ya que recién varios metros  tras una curva venía el agua (siempre en bolsitas).
En bajada los parciales eran los buscados a esa altura de la carrera. Igual era pronto para ir por más. Las adidas adizero Adios 2 se portan de mil maravillas. Con sólo dos trotes de 30 minutos y algunas estiradas se sienten perfectas. (con el modelo anterior nunca había competido más de 10K, ahora iba por el Km 12 y las sentía amortiguadas).
Más hidratación, más gente, más aliento en la calle 92. Paso por detrás del Hotel. A los pocos metros estoy a una cuadra de la esquina que considero el KM Cero de Bogotá (me rio , igual que Will en ese tramo).
Me empiezo a sentir mejor. Me engancho en un pelotón y lo largo a los pocos metros. Voy para adelante, la carrera va según los planes.
Ahí aparece una subida a una Autovía. Esa “oreja” me sirve para ver por primera vez al brasilero. Esta lejos pero a la vista!
En la bajada Tara y Silvana (mis anfitrionas la primer semana) me alientan, me ofrecen gel. No lo tomo, agradezco y sigo.
Mi zanahoria está delante. Con el pasar de los metros la distancia se acorta. Salimos de la Autovía, entramos a otro barrio. “A no desesperar”, pienso. Lo importante es la meta. No sirve de nada alcanzar a Tadeu y morir en el intento.
Lo tengo a tiro en el Km 17. Plan hasta ahí perfecto. Me pongo detrás de él, lo toco y paso al frente (tal vez demasiado pronto). Acelero y Tadeu viene. Freno y se queda. Me abro y se corre. Me pongo de costado y le hago seña para que tire. “No, estoy morto” me dice. Me tomo 1 segundo, lo pienso. Cambio el ritmo y no viene. Reingresamos a la autovía. La rueda de la fortuna aparece a lejos.
Km 19: me alejo. Cada tanto relojeo. Está atrás. Vamos que sale!
Km 20. Campana mental. Acelero, no viene. Paso junto a la rueda en plena subida con curva a la izquierda. Mantengo el sprint que queda. Salgo de la curva, la ruta se estrecha. Cordón con público a la izquierda, vallado a la derecha. Prendido esquivo y paso gente. No falta nada. Reviso cuál es el arco de meta. No se escuchan pasos ni respiraciones por el griterío.
Como una tromba lo veo. Me pasa. 1 segundo, 1 puesto. Me paso en el toque.

Mi remate a 4:20 para los últimos 1.098 metros no fue comparable con su 3:03 para el último Mil. Vaya Super Runner resultó ser Tadeu.


Cruzo la meta. Me aflojo. Me sostiene un asistente. Tadeu gira, nos vemos. Recupero las fuerzas.  Nos abrazamos felicitándonos por el esfuerzo realizado.


Hice la carrera perfecta. No se dio el resultado por 1 segundo. Empiezo a caer en el esfuerzo que hice durante 21k a 2600 msnm. En pleno festejo nos enteramos que ganó Will. La alegría nuestra pasa a ser felicidad.
No paramos de felicitarnos mutuamente. Ingresamos a la carpa, ahí está el Campeón. Festejo.

Cuando tres personas, corredores, pasan de rivales a ser amigos, hermanos, nada es más importante.
90 minutos fue mi tiempo. Solo un segundo menos el de Tadeu. 78’ el de Will Vargas.
Los tres ganamos. Vivimos durante una semana juntos una experiencia única que se coronó con la Media Maratón de Bogotá.
Quedé con ganas de trotar. Los dos se excusaron. Salí solo unos minutos. En pleno ablande me lo cruzo a Peter Kirui nuevamente. Me saluda con una sonrisa enorme y cuenta de su victoria con record de circuito (62 min). El va rumbo al antidoping.

Bogotá es todo y mucho más de lo que esperaba.


El lunes madrugué antes del vuelo para pedalear un poco. No hay tiempo para relajarse.
En tres semanas los Super Runners vamos por la Meia Maratona du Río de Janeiro. El calor será el factor a enfrentar en la Ciudad Maravillosa.





Gracias a: Dios, Familia, Amigos,Compañeros, adidas, Coris, Trois, Daniel Simbrón, A..., Familia Vargas, M.C. por acompañarme en esta experiencia. Mi primer carrera en ALTURA.

sábado, 14 de julio de 2012

Próxima escala: Bogotá

A poco más de 12 horas para despegar rumbo a Colombia acabo de caer de la nueva experiencia que voy a vivir.
Ir a una de las ciudades de Latinoamérica que más ganas tengo de conocer con la mejor excusa del mundo: CORRER y representar a MI CIUDAD como uno de los Super Runners de adidas no tiene precio



No estoy para nada nervioso pero si entusiasmado. Mi anfitrión de la primer semana me envió las respuestas a un mail con mil preguntas, que me dejó tranquilo y libre de obsesiones. Vivir (y entrenar) durante dos semanas a 2600 metros sobre el nivel del mar será un gran desafío para lograr el mejor resultado posible en la Media Maratón de Bogotá del día 29 de julio.

Tras el fondo en el Óvalo de Palermo de hoy (20km muy tranquilos) el Mister Daniel Simbrón me pasó el plan. (comentario aparte la cantidad de comida, los mates y el anafe que se sumaron al mediodía polar pero soleado) La pregunta es: para cuando unos chorizos a la portuguesa en un disco de arado? 

Muchos me dijeron que voy a pasar el Día del Amigo sólo, pero a cada uno lo llevo conmigo. Se que me están tirando la mejor de las energías. Se de la hospitalidad de la gente de Bogotá, asi que espero sentirme uno más. Eso si, durante los 21.097 metros.......

SÓLO FALTAN 15 DÍAS...


Pd: Acabo de sacar cuentas, me voy con 2638.7 km al hombro en lo que va del año